BIBLIOTECA AL FONDO

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lunes, 13 de febrero de 2012

Lechuza Vizcachera

Fotos tomadas en la reserva oeste de Villa 20










Nombre científico: Athene Cunicularia
Largo del cuerpo: 25 cm (la hembra es ligeramente más grande)
Familia: Strigidae




Este vídeo es público.






LECHUCITA VIZCACHERA: Athene cunicularia


Texto gentileza de: 









Por sus hábitos diurnos y su amplia distribución es sin duda la lechuza mas conocida. Habitante común de nuestra pampa, su área de distribución abarca áreas abiertas de toda América, siendo además la única lechuza con hábitos cavícolas. Su nombre específico “cunicularia” hace referencia a esta costumbre.


Mide unos 28 cm., de contextura robusta, largas patas emplumadas y enormes ojos frontales con células fotosensibles que le otorgan una aguda visión tanto diurna como nocturna.


Es fácil observar que ante una amenaza o peligro sus pupilas se dilatan, como dice el dicho
"abra bien los ojos", incluso sus blancas cejas aumentan de volumen ante la excitación.

La hembra es algo mas pequeña que el macho lo que facilita su entrada y salida de la cueva y su mayor permanencia dentro del nido.

En zonas elevadas de terrenos sedimentarios, construye su madriguera valiéndose principalmente de
sus patas, mientras que con el pico corta malezas y raíces. Tanto el macho como la hembra trabajan en
la excavación. En ocasiones, al sacar material hacia atrás y afuera, llenan de tierra al compañero que
vigila la entrada. Puede también ocupar cuevas de vizcachas, peludos, u otros mamíferos cavadores.
Ocasionalmente puede ubicarlo en barrancas, cortes de caminos, termiteros, etc.

El túnel tiene algo más de un metro de largo, con una plataforma en la entrada. La boca mide unos 18 cm. de diámetro. Suele incorporar estiércol tanto en la cámara de incubación (calefacción) como en la boca de la cueva.



La cámara de incubación es un simple ensanchamiento del túnel. Coloca de 4 a 6 huevos blancos, ovoides.



La época de nidificación va de octubre a diciembre. Durante el celo se los ve muy solícitos, frotando sus picos o mimándose mutuamente. Los pichones nacen a los 28 días. Debido a que la hembra comienza a incubar inmediatamente de comenzada la postura, los pichones nacen con diferencia de uno o dos días entre ellos. Son nidícolas.

La hembra los alimenta y cuida solícitamente, mientras el macho le trae el alimento que deposita en la
entrada de la cueva, a los pies de la hembra o se lo da directamente en el pico.

Los padres, a veces acompañados de otros adultos vigilan permanentemente a los pichones. Ante la
presencia de un eventual predador, emiten un fuerte grito de alarma y rápidamente ingresan todos a
la cueva.

Luego de dos semanas los pichones comienzan a asomar a la cueva. Sus ojos parecen “velados”. Son como pompones color crema con el dorso gris pardusco que apenas pueden caminar.
Aveces se tambalean y se tumban por la falta de equilibrio. Todo les llama la atención y a todo le temen.
Si se los observa con dedicación casi podría descubrirse en sus facciones expresiones de asombro ante el nuevo mundo.



Poco a poco van aumentando sus horas en el exterior y practican aleteos para fortalecer sus músculos.
Se sienten orgullosos cuando alcanzan a "volar" 50 cm. y miran a sus hermanos que lo observan como diciendo "¿vieron lo que hice?".

Algo más de un mes después, dan los primeros vuelos y a los 45/50 días la hembra expulsa a los pichones para que comiencen su vida en forma independiente. Al año de vida ya podrán reproducirse.

Se alimentan de pequeños mamíferos (tuco-tucos, ratones, murciélagos, etc.), reptiles, batracios, aves e insectos. Como todos los estrigiformes, es muy útil para el hombre por combatir plagas que dañas los cultivos y/o transmiten enfermedades.



Las presas las cazan vivas para luego de matarlas engullirlas enteras. Las partes no digeribles como pelos, plumas, huesos, etc. Son regurgitadas en bolos elípticos llamados “egagropilas” que miden unos cuatro centímetros de largo por uno de diámetro.

Sus métodos de caza difieren según las presas. En tierra, con cortas y rápidas carreritas, o lanzándose desde una atalaya a mediana altura desde donde acecha. También, con gran habilidad toma con sus garras insectos posados en los árboles con un corto y certero vuelo.
Por lo general comparten el alimento que llevan a la cueva y en ocasiones llaman al compañero para compartir el banquete. Se la observa algunas veces "jugar" con la comida, pasándola de pico en pico hasta que la ingieren o la guardan en la madriguera.

En los días de alta temperatura, se ubica a la sombra junto al tronco de un árbol o entre el follaje, siempre cerca de la cueva. Aprovecha los regadores para bañarse, se la ha observado girando alrededor de la lluvia y colocándose en diferentes posiciones como si estuvieran tomando una verdadera ducha higiénica.
Gusta también tomar baños de sol, extendiendo sus alas y recostándose sobre el suelo al lado de la boca de la cueva.



Compañera del hombre, suele construir su cueva en zonas pobladas o cerca de las viviendas. Si bien los Strigiformes en general se consideran “de mal agüero”, esta lechuza, por sus hábitos diurnos no es tan combatida como la nocturnas.

En nuestra casa y luego de observarla por un tiempo prolongado me atrevería a decir que reconocen a sus "vecinos" humanos mas próximos con quienes comparte su hábitat. Uno puede aproximarse sin inconveniente hasta un metro de distancia y permanecer allí a su lado sin problemas. Solo se inquieta cuando se la mira fijamente a los ojos o ante movimientos bruscos. Distinta es la reacción ante un extraño al hogar.



Esto hace que el cariño aumente y si bien no son animales domésticos, la convivencia y el respeto mutuo hacen que sean una mascota más, buscando siempre cuidarlas y preservarlas con enorme placer. 

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